Hernias

Una hernia es la protrusión de vísceras contenidas en la cavidad abdómino-pelviana, a través de zonas de debilidad de la pared abdominal o perineal congenitamente pre constituidos, o a través de la capa fascial y muscular destinadas a contenerlas. Clínicamente, la parte importante de la definición es la protrusión, porque sin que salga un órgano es prácticamente imposible el diagnóstico de hernia.
Las características anatómicas importantes de una hernia son el orificio y el saco herniarios. El orificio herniario es un defecto en la capa aponeurótica más interna del abdomen, y el saco herniario es una evaginación del peritoneo. El cuello de un saco herniario corresponde al orificio de la hernia. El tamaño de esta última depende de la dimensión del cuello y el volumen del saco distendido. Una hernia es externa si el saco sale por completo a través de la pared del abdomen, interparietal si está contenido dentro de la misma, e interna si se encuentra en la cavidad visceral. La hernia es reducible cuando es posible regresar al abdomen el órgano que ha salido e irreducible si no es factible.
Una hernia estrangulada es aquella en la que se compromete la vascularidad del órgano que sale, por lo general en el cuello. Es más probable que ocurra una estrangulación en hernias con orificios pequeños y sacos relativamente voluminosos. Esta alteración siempre es importante, incluso mortal, y es la principal razón para reparar una hernia. Con frecuencia se utiliza la palabra "incarcelación" en relación con las hernias; la incarcerada no es nada más que la que no puede reducirse y no significa, como algunos cirujanos pretenden, que la que no se reduce está al borde de estrangularse. Las maniobras necesarias para reducir una vísera atrapada en un saco herniario se conocen como taxis.
Las hernias de la pared del abdomen solo ocurren en áreas en que la aponeurosis y la fascia estan desprovistas del apoyo protector del músculo estriado. Normalmente existen muchos de estos sitios, pero algunos pueden adquirirse por atrofia muscular o cirugía. Sin una fuerza oponente, las áreas aponeuróticas desnudas están sujetas a los estragos de la presión intraabdominal y ceden si se deterioran o tienen irregularidades anatómicas. En consecuencia, cabe predecir que los sitios comunes de herniación son la ingle, el ombligo, la línea blanca, la linea semilunar de Spiegel, el diafragma e incisiones quirúrgicas.
Hernia inguinal
Anatomía del conducto inguinal.
El conducto inguinal tiene 3.75 cm de longitud, aproximadamente, es una abertura oblicua en la pared abdominal entre los anillos inguinales interno y externo, situado un poco por arriba y paralelo al arco crural. La apred anterior esta formada por la aponeurosis del oblicuo mayor reforzada hacia fuera, por delante del anillo interno, por la incersión de origen del oblicuo menor. El techo es constituido ppor las fibras arqueadas del oblicuo menor y el transverso, y entre estos dos músculos entra en el conducto el nervio abdominogenital menor. El tendón conjunto forma la parte principal de la pared posterior del conducto detrás del anillo inguinal externo, pero por delante del tendón se halla la porción refleja del arco crural, y por detrás lña fascia transversalis, que forma elresto de la pared posterior. La fascia transversalis limita al conducto hacia abajo al unirse al arco crural, pero parte de la porción interna del sueloestá formada por la porción pectínea del arco crural o ligamento de Gimbernat. Por el conducto pasan el cordón espermático o el ligamento redondo del útero, que llevan consigo envolturas que continuan las de la pared abdiminal; a saber, Fascia espermática interna o túnica fibrosa, procedente de la fascia transversalis en el anillo interno; fascia cremastérica o túnica muscular, derivada del tendón conjunto, y fascia espermática externa o túnica celulosa, procedente de la aponeurosis del oblicuomayor en el anillo externo. Incluidos en la fascia cremastérica se encuentran los fascículos del cremáster, festoneado sobre el cordón espermático entre el oblicuo menor y la espina del pubis; recibe su inervación de la rama genital del genitocrural (L1).
Hernias
La ingle es una de las áreas débiles naturales de la pared abdominal y el sitio más común de herniación. Afecta ambos sexos en todas las edades, pero es 25 veces más probable que los varones padezcan una hernia inguinal; se estima que su frecuencia es de 3%, lo que determina que constituyen un problema económico mayor.
La hernia inguinal lleva consigo peritoneo parietal al conducto inguinal, y sale por el anillo inguinal externo, por lo cual la tumefacción superficial está invariablemente cubierta por la piel, ambas capas de la aponeurosis superficial y la fascia espermática externa; puede alcanzar el escroto. estas hernias difieren en cuanto al sitio por donde salen de la cavidad abdominal. la hernia inguinal oblicua entra en el anillo inguinal interno en la fosita inguinal externa por fuera de los vasos epigástricos y, siguiendo el conducto inguinal en toda su longitud por delante del cordón espermático, comparte con este último las envolturas aponeuróticas. la hernia inguinal directa entra en el conducto por detrás del cordón espermático y hacia adentro de la arteria epigástrica, por las fositas inguinales media o interna; esto es: por fuera o por dentro del cordón fibroso de la arteria umbilical obliterada. Las hernias oblicuas están cubiertas por aponeurosis derivada de la fascia transversalis e independiente de la fascia espermática interna que rodea al cordón, pero, por estar hacia fuera del tendón conjunto de manera que sus envolturas, profundamente a la fascia espermática externa, son independientes de las del cordón espermático.
Con frecuencia no es posible diferenciarlas clínicamente y tiene poca importancia ya que se reparan con la misma operación. En varones son más frecuentes las indirectas por 2:1, en tanto que en mujeres las directas son una rareza. En varones las hernias indirectas estranguladas también pueden causar estrangulación concomitante del cordón espermático y el testículo.
Anatomia De La Hernia Inguinal
El saco de una hernia indirecta es en realidad un proceso vaginal persistente dilatado. Pasa a través del anillo profundo, se encuentra dentro del cordón espermático y sigue el trayecto indirecto del mismo al escroto. En el anillo profundo el saco ocupa el lado anteroexterno del cordón. Con frecuencia el saco de un ahernia indirecta se acompaña de grasa preperitoneal y se conoce como lipoma del cordón, aunque la grasa no es un tumor. Los lipomas del cordón espermático pueden simular con exactitud al primero.
El saco de una hernia indirecta es completo si desciende a los testículos y llena el lado del escroto e incompleto cuando no sucede. Sie el proceso vaginal permanece abierto por completo, el testículo se encontrara dentro del saco. Este tio de hernia se conoce como hernia congénita o hidrocele comunicante. Es común en lactantes y rara en adultos.
Los órganos retroperitoneales, como colon sigmoide, ciego y uréteres, pueden deslizarse al interior de un saco indirecto y en consecuencia formar parte de su pared y son suceptibles a lesionarse durante una hernioplastia. Estas hernias por deslizamiento con frecuencia son grandes y parcialmente irreducibles.
Los sacos de una hernia inguinal directa se originan a traves del piso del conducto inguinal, es decir, el triángulo de Hesselbach; salen directamente y los reprime la aponeurosis del músculo oblicuo mayor. Solo rara vez crecen lo bastantepara forzar una vía a través del anillo superficial y descender al escroto. Las hernias directas suelen ser difusas e incluir la totalidad del piso de conducto inguinal; las discretas, menos comunes, tienen orificios pequeños y sacos de forma diverticular. Las hernias inguinales directas también se originan laterales a los vasos epigástricos inferiores y se presentan por el anillo profundo o intersticialmente a través de deslizamientos por zonas de atrofia musculoadiposa de los músculos que obturan el anillo profundo. Estos tipos de hernia inguinal directa son raros y por lo general se denominan erróneamente indirecta extrafunicular e indirecta intersticial, respectivamente. No siguen el cordón espermático y crecen interparietalmente. Los vasos epigástricos inferiores no son un límite anatóminco propiamente dicho que diferencia en todos los casos una hernia directa de una indirecta, como piensan algunos cirujanos. Es común que la vejiga sea un componente por deslñizamiento del saco de una hernia directa.
Las hernias inguinales pueden ser congénitas oadquiridas, y en ambas suele haber un antecedente familiar positivo. En consecuencia, la mayor parte de ellas setransmite genéticamente. Todas las indirectas son congénitas y resultan de la persistencia del proceso vaginal con el que nace el paciente. En 80% de recién nacidos y 50% de niños de un año se encuentra persistencia del proceso vaginal. Su cierre continua hasta los 2 años de edad. La frecuencia de persistencia del proceso vaginal en adultos es del 20%. El tener la posibilidad de un ahernia no significa que se desarrollará. Deben existir otros factores que originen la incapacidad de la fascia transversal para retener el saco visceral en el orificio miopectíneo. La postura erecta de hombre promueve la herniación al estirar y exponer la ingle y, cuando existe un ahernia, permitir que los intestinos caigan por gravedad al saco herniario. La deficiencia muscular contribuye a la herniación. Las insuficiencias congénitas o adquiridas de los músculos oblicuos internos del abdomen en la ingle exponen el anillo profundo y el piso del conducto inguinal a los estragos de la presión intraabdominal. La destrucción del tejido conjuntivo que resulta del esfuerzo físico de la presión intraabdominal, el tabaquismo, la edad, enfermedades del tejido conjuntivo y afecciones sistémicas reducen la fuerza de la aponeurosis y la fascia transversalis. Se han demostrado en las estructuras de tejido conjuntivo de pacientes con hernias la fractura de fibras elásticas y alteraciones en la estructura, cantidad y metabolismo de la colagéna. En ocasiones son importantes diversos elementos. La distensión abdominal y el aumento constante de la presión intraabdominal por ascitis y diáliis peritoneal pueden dañar el orificio miopectíneo y originar la dilatación de un proceso vaginal persistente. Las hernias inguinales de todos los tipos ocurren por igual en varones sedentarios y fisicamente activos. La actividad física enérgica no es una causa por sí misma de herniación inguinal, aunque un esfuerzo intenso puede agravar factores predisponentes y precipitarla.
Hernias crurales
Anatomía.
El arco crural es convexo hacia abajo y tendido sobre el psoasilíaco, el pectíneo, los vasos femorales y el nervio crural, se continua con la aponeurosis del muslo. Hacia fuera, la cara superior presenta un canal profundo, pero hacia adentro es menos honda, forma el suelo del conducto inguinal, conduce el cordón espermático y se expande a la cresta pectínea del pubis en una prolongación triangular casi horizontal llamada porción pectínea del arco crural o ligamento lacunar de Gimbernat; el vértice de este triángulo es la espina del pubis y la base, cóncava, forma el borde interno del anillo crural, prolongandose hacia la cresta pectínea como el ligamento pectíneo de Cooper, formación resistente. Desde la porción medial de la cresta pectínea, algunas fibras, a menudo mal desarrolladas, se extienden hacia arriba y adentro por detrás del cordón espermático y se entrelazarn en la linea alba; esta formación se denomina porción refleja del arco crural.
El anillo inguinal externo es un espacio triangular entre las incerciones del oblicuo mayor en la sínfisis púbica y la espina del pubis, inserciones que forman respectivamente el pilar interno o superior, delgado y aplanado, y el pilar externo o inferior, fuerte y curvo. Desde su base en la cresta del pubis, el triangulo se extiende hacia arriba y afuera en la longitud aproximada de 2.5 cm; forma el orificio externo del conducto inguinal, por el que pasan el cordón espermático en el hombre y el ligamento redondo en la mujer; los bordes del anillo están unidos cerca del vértice por fibras arciformes. El anillo inguinal externo puede palparse en el sujeto vivo invaginando con el dedo el escroto y siguiendo el cordón espermático, pero sus bordes no se identifican fácilmente por la disección mientras no se liberen de la fascia espermática externa o túnica celular del cordón espermático, hoja delgada que se prolonga desde los pilares y rodea al cordón espermático.
Por detrás del arco crural y por delante del psoasilíaco y del origen del pectineo, la fascia de revestimiento del abdomen forma alrededor de los vasos femorales un divertículo llamado vaina de los vasos femorales o conducto crural. Tiene la forma de túnel aplanado que abarca una extensión de 3.75 cm, profundamente en relación con la fascia lata del muslo; termina uniéndose a las paredes de los vasos y se divide en tres compartimientos. El compartimiento externo da paso a la arteri afemoral y la rama crural del nervio genitocrural, que atraviesa la pared externa; el compartimiento medio contiene la vena femoral, y el compartimiento interno cónico, llamado infundibulo crural, esta ocupado por tejido conjuntivo laxo, un ganglio linfático y abundantes vasos linfáticos. La pared anterior de la vaina femoral es atravesada por la safena interna y por vasos linfáticos.
El anillo crural, el extremo superior ovalado del conducto crural, esta situado entre la vena femoral y la base curva de la porción pectínea del arco crural; la porción no ocupada del anillo es cerrada por el septum crural, condensación del tejido extraperitoneal que contiene un ganglio linfático y es cruzada por muchos vasos linfáticos. El peritoneo suprayacente puede evaginarse por el anillo y formar el saco de una hernia crural, llevando consigo una envoltura del septum crural. Esta clase de hernia puede ser pequeña y circunscrita al infundibulo crural; en ocasiones distiend ela pared anterior de la vaina femoral y puede presentarse por el orificio de la safena interna o fosa oval en la fascia lata, evaginando la fosita cribiformis que cierra este orificio. Una vez que ha llegado al tejido subcutáneo laxo, la hernia puede extenderse hacia arriba por delante del arco crural. En las mujeres, el anillo crural es mayor y, en consecuencia, esta variedad de hernia es más frecuente.
Hernia Crural
El orificio crural está limitado por arriba por la arcada crural, abajo por el ligamento de Cooper, por dentro por el ligamento de Gimbernat y por fuera por la cintilla ileopectinea, si bien la zona de mayor deslizamiento está limitada por la vena femoral.
Las hernias pueden ser prevasculares, intervasculares, extravasculares, pero lo más común es que salgan por dentro de la vena femoral.También existen las hernias del ligamento de Gimbernat, hernia crural pectinea o de Clocket, hernia de Beclard, la que sale por el orificio de Safena interna. Las visceras se dirigen hacia el triángulo de Scarpa y pueden salir por los orificios de la fascia cribiformis que constituiría el orificio externo.

La hernia crural tiene escasa sintomatología, rara vez produce dolor y lo hace por traccionamiento epiploico, pero muy frecuentemente se estrangula, pues tiene un orificio rígido, que compromete la circulación arterial. Puede estar ocupada por epiplon y establecer adherencias entre el saco y la viscera que la tornan irreductible.
Diagnóstico diferencial: Con adenitis por criptitis, o intertrigo micótico, o papilitis, adenopatía neoplásica de origen ginecológico, anal o rectal.

Puede dar sintomatología de oclusión intestinal, con dolores abdominales altos y si el médico no examina la zona herniógena puede ser interpretado como otra patología y no hacerse el diagnóstico correcto.
Las hernias femorales o crurales suelen considerarse una entidad separada, pero en realidad son una forma de herniación inguinal directa. En general son raras y en varones excepcionales. Ocurren en ocasiones en mujeres, en especial de edad avanzada, pero no con tanta frecuencia como las inguinales. El 10% de mujeres y el 50% de varones con hernias femorales tienen una hernia inguinal o la desarrollarán. Las hernias femorales casi siempre aparecen como una masa irreducible del tamaño aproximado de una nuez en la base interna del triángulo femoral de Scarpa. Al parecer no se reducen, aunque el saco puede estar vacío por la grasa y ganglios linfáticos del conducto femoral que rodean el saco. Un ganglio linfático crecido aislado o un quiste sinivial pueden simular exactamente una hernia femoral. Es posible que las reducibles, raras, se confundan con una varice safena.
Las hernias femorales tipo Richter estranguladas son relativamente frecuentes y conllevan una morbilidad y mortalidad importantes. Su diagnóstico siempre se retrasa porque se presentan sin obstrucción intestinal y con manifestaciones locales mínimas hasta que se gangrena el nudillode intestino delgado atrapado. Un soplo sobre la vena femoral indica que la hernia femoral adyacente está incarcerada o estrangulada porque la hernia implacable comprime la vena. Son el doble de frecuentes en el lado derecho.Ello se atribuye al taponamiento del conducto femoral izquierdo por el colon sigmoideo.
Anatomía De La Hernia
Los sacos de la hernia femoral se orifginan del conducto femoral a través de un defecto en el lado interno de la vaina del mismo nombre. El conducto femoral contiene uno o dos ganglios linfáticos, de los cuales al mayor lo denominan de Cloquet los franceses y de Rosenmüller los alemanes. Estas estructuras se expulsan del conducto femoral por una protrusión peritoneal y con frecuencia originan una masa palpable. Las hernias femorales también ocurren a través de la vaina femoral anterior; las prevasculares son raras y se encuentran con mayor frecuencia como recurrencias después de una hernioplastía inguinal en la cual se ha utilizado en la reparación la vaina femoral o el fasículo iliopúbico.

Hernia umbilical
Anatomía del ombligo
Es una cicatriz hundida situada aproximadamente al nivel de la parte más alta de las crestas ilíacas, enfrente del disco intervertebral que separa la tercera y la cuarta vértebra lumbares. La linea blanca o alba, banda media vertical y avascular formada por las aponeurosis fusionadas de los músculos rectos mayores del abdomen, tiene 1.25 cm de ancho y también presenta la cicatriz, y en la cara profunda se aprecian los restos obliterados de la vena umbilical, las arterias umbilicales, el uraco y en ocasiones el conducto onfalomesentérico, cordón fibroso que va al íleon. Pueden ocurrir estas anomalias: escurrimiento de orina por el uraco permeable; eliminación de heces por el conducto onfalomesentérico persistente, o bien el epitelio de estas formaciones presenta exudado seroso, cuando son permeables solo en el ombligo.
Como en periodo incipiente de la vida intrauterina el ombligo circunda a todo el embrión, no es dificil comprender que sea invariablemente un punto débil de la pared abdominal por el cual pueden presentarse hernias; sin embrago, la hernia umbilical pequeña que se observa con frecuencia en el recién nacido suele desaparecer sin tratamiento quirúrgico.
Hernia
Son aquellas que hacen protrusión a través del anillo umbilical no obliterado en la vida embrionaria, que serían las hernias congénitas, o bien a través de un anillo umbilical abierto después del nacimiento, que serían las hernias adquiridas del niño y del adulto.
El anillo fibroso que queda despues de la caida del cordón umbilical está cubierta por una fascia que va de lado a lado, fascia de Richet, a este anillo llegan desde abajo: los restos fibrosos de las arterias umbilicales y el cordón fibroso del uraco, llegando desde arriba el cordón de la vena umbilical.
La hernia umbilical es probablemente la enfermedad quirúrgica más frecuente en la edad pediátrica. Al nacimiento, el ombligo está representado por un defecto en la línea alba rodeado por un anillo fibromuscular que continúa contrayéndose después de que el cordón se desprende y que usualmente se cierra por completo poco después del nacimiento. Cuando este anillo fibromuscular no cierra por completo, un saco de piel umbilical protuye condiciona lo que llamamos hernia umbilical.
La inmensa mayoría de las hernias umbilicales son diagnosticadas antes de los seis meses de edad. El signo más importante de la hernia umbilical es un aumento de volumen a nivel del ombligo que puede hacerse más prominente cuando el paciente llora o puja. A la exploración se palpa un defecto circular en la cicatriz umbilical, rodeado por un anillo fibroso, a través del cual puede entrar y salir un saco de piel y que usualmente mide poco más de 1 centímetro. En muy raras ocasiones, cuando la hernia se encarcela o estrangula, puede haber cambios de coloración y dolor local, vómitos y dolor abdominal.
El diagnóstico de la mayoría de las anomalías umbilicales es fundamentalmente clínico; sin embargo, existen algunas situaciones especiales como la existencia de un ombligo húmedo en las que ciertos estudios radiológicos pueden ser necesarios.
La gran mayoría de las hernias umbilicales no requieren cirugía ya que se resolverán solas para los tres años de edad. Las únicas indicaciones absolutas para su reparación antes de esa edad es el cambio de coloración acompañada de dolor, vómito y fiebre. Otra indicación relativa son los defectos herniarios muy grandes mayores de 2 centímetros que condicionan una deformidad importante de la pared abdominal. Todo paciente con hernia umbilical debe ser seguido por el pediatra o cirujano pediatra a intervalos frecuentes, para asegurarse que el anillo fibromuscular continúa su proceso normal de cierre. Actualmente es razonable esperar hasta la edad preescolar para indicar el cierre quirúrgico de una hernia umbilical que ha persistido. La técnica quirúrgica que se realiza en forma ambulatoria es a través de una incisión infraumbilical el saco es disecado, seccionado o invaginado y la aponeurosis reparada en forma transversal con puntos separados. El ombligo se fija a la aponeurosis con un punto y la herida se cierra con sutura intradérmica quedando una cicatriz casi invisible.
Las hernias umbilicales tanto las que cerraron solas como las operadas son usualmente enfermedades benignas que al diagnosticarse y tratarse a tiempo y de manera adecuada, no condicionan ningún problema a largo plazo.
Causas predisponentes: Obesidad, embarazos, partos repetidos, disminución brusca de peso en los obesos, tumores intracavitarios, esfuerzos en constipados, prostáticos y tosedores, además las aponeurosis de los músculos anchos del abdomen hacen tracción sobre las vainas de los rectos separándolos. En los niños las causas predisponentes pueden ser, la tos, constipación, el llanto, estornudos, flatulencia, traumatismo.

Hernias umbilicales congénitas: sería el onfalocele o hernia amniótica, que debe ser tratada como una afección quirurgica de urgencia, no se trata de una hernia estrangulada, ni de una hernia, desde el punto de vista embriológico es una falta de coalescencia en la pared abdominal, es la protrusión de visceras que no se han introducido en el abdomen a través de la base del cordón umbilical. El saco herniario está constituido por el saco amniótico y el peritoneo, puede a veces ser muy pequeño y ser confundido por un cordón umbilical normal. Cuando son grandes hay una gran desproporción entre la cavidad abdominal y las vísceras que protruyen, hay que tratar de cerrar el saco y cubrirlo con piel.
Las hernias menores de un centímetro cuando nace el niño suelen cerrar de manera espontánea hacia los tres años. Los defectos mayores no cierran solos y deben repararse quirúrgicamente a los cuatro años de edad. La hernia umbilical se reconoce con facilidad como una saliente del ombligo recubierta por piel normal. En ocasiones es tan grande que la protrusión causa una deformación y altera tanto al niño como a los familiares. En estas circunstancias puede ser aconsejable repararla temprano. Cuando el defecto es pequeño y es probable que cierre solo, es apropiado posponer la corrección quirúrgica hasta los cuatro o cinco años de edad. En una hernia umbilical rara vez se observa incarceración. A diferencia del tratamiento de la hernia inguinal de lactantes y niños pequeños, no es razonable intentar reducir una hernia umbilical incarcerada. Una hernia umbilical no complicada se repara a través de una insición infraumbilical curva pequeña que se adapta al pliegue cutáneo del ombligo. El defecto facial se cierra con puntos separados de material permanente en un plano transversal. En niños no se requieren los colgajos de fascia y otras reparaciones complicadas que se recomiendan para adultos. Cuando se reparan hernias umbilicales en la niñez nunca se extirpa el ombligo.
Hernia epigástrica
Anatomía de la vaina del recto
La vaina esta formada por las aponeurosis de los tres músculos anchos del abdomen. La aponeurosis del oblicuo mayor, con el tendón conjunto formado por la fusión de las aponeurosis del oblicuo menor y del transverso, está situada por delante de la porción inferior del recto, el que en este sitio está separado del peritoneo sólo por la fascia transversalis y el tejido conjuntivo extraperitoneal que reviste la cavidad abdominal. Entre el borde costal y la mitad de la distancia entre la espina del pubis y el ombligo, el recto mayor esta envuelto por una vaina completa formada porque la aponeurosis del oblicuo mayor está envuelto por una vaina completa formada porque la aponeurosis del oblicuo menor se desdobla en dos capas, en el borde externo del recto. La hoja anterior se fusiona casi inmediatamente con la aponeurosis del oblicuo mayor; la hoja posterior se confunde más cerca de la línea media con la aponeurosis del transverso; el borde inferior forma la línea semilunar de Douglas, poco definida. El transverso es parcialmente muscular por detrás de la parte superior de la vaina. Las tres capas se fusionan con las del lado opuesto en la línea alba. Las dos capas profundas se insertan en el reborde costal, de manera que por arriba de este sitio el recto está adosado directamente a la pared torácica, y sólo está cubierto por la aponeurosis del oblicuo mayor, que en este lugar da origen a parte de las fibras del pectoral mayor.
Hernia
Está hernia es una protrusión de grasa preperitoneal y del peritoneo a través de la decusación de las fibras de la vaina del recto en la línea media (línea blanca) entre el xifoides y el ombligo. Con frecuencia no pueden reducirse, de manera invariable tienen defectos aponeuróticos pequeños, en ocasiones son múltiples, y a veces producen una molestia desproporcionada con su tamaño. Es fácil repararla a través de una incisión vertical en la piel.

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